Fue en la madrugada del 2 de Abril de
2012 cuando María Santísima de los Ángeles se recogió en su Casa
de Hermandad por última vez. Desde entonces, ha pasado una larga
espera para volver a verla recorriendo las calles de Almería. Espera
en la que los hermanos de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos del
Santísimo Cristo de la Misericordia en su Crucifixión y María
Santísima de los Ángeles han trabajo para poder hacer realidad un
sueño. Poder llevar, en Estación de Penitencia, a sus dos Titulares
por las calles de la Ciudad de Almería.
El 24 de marzo de este 2013, ese sueño
se hacía realidad. Amanecía un día nublado en el que todas las
miradas de los hermanos se iban al cielo rogando al Santísimo Cristo
de la Misericordia y a María Santísima de los Ángeles, que el
tiempo diera una tregua y permitiera el momento que, durante tantos
años, habían soñado.
Y así fue, eran las 16 horas cuando
todo estaba preparado para ello. Los nazarenos entraban en la
Parroquia de Santa María de los Ángeles, las cuadrillas de
costaleros preparaban sus ropas y las Bandas que acompañaban a
nuestros Titulares, la Agrupación Musical Virgen del Carmen de
Cuevas de Almanzora y la Banda de Música Los Iris de Instinción
esperaban en la calle para entrar a formar parte del Cortejo.
En esos momentos previos las calles del
barrio de los Ángeles estaban repletas de gente, la mayor
congregación frente a las puertas de la Casa de Hermandad, sita en
calle Diamante. Fueron miles los almerienses que se acercaron para
ver por primera vez al Santísimo Cristo de la Misericordia y a María
Santísima de los Ángeles salir juntos a la calle.
A las 16.50 se abrían las puertas del
Templo, de donde un mar celeste guiados por la Cruz salían para
recorrer las pocas calles que separaban a los hermanos de sus
Titulares.
A las 17.00 el Archivero de la
Hermandad, Justo Sánchez, llamaba a las Puertas del Cielo
solicitando que dejaran salir a sus Titulares para que los Ángeles
repartieran Misericordia. En ese momento, las Puertas del Cielo se
abrían dejando ver el impresionante conjunto escultórico del
Santísimo Cristo de la Misericordia vestido con túnica burdeos
sobre piel de ángel blanco. El paso, con una gran cantidad de talla
realizada por los propios hermanos y adornado con iris morado, clavel
rojo, astromelias rojas, calas blancas, gerveras roja y antirrinum
morado; exhorno floral realizado por Victor González Felices; deja a
todos los presentes con la mirada, inundada de emoción, fija en su
Padre.
En ese momento, el capataz del paso de
Misterio, José Alejandro Suarez, manda a su cuadrilla a colocarse,
es el momento de realizar la primera levantá del Santísimo Cristo
de la Misericordia, los sentimientos están a flor de piel, y es
imposible contener las lágrimas para estos hermanos que tanto
trabajo e ilusión han puesto durante todo el año. Y es cuando
ocurre, cuando tiene lugar la primera levantá del Misterio cuando de
verdad podemos sentir que se ha hecho realidad, el Santísimo Cristo
de la Misericordia se para en el dintel de la puerta para poder ser
contemplado por todos los presentes.
En ese momento, el director de la A.M.
Virgen del Carmen, se acerca al Teniente Hermano Mayor, Francisco
Ayala, para hacer entrega de la partitura de la marcha “A tu
Misericordia, Señor” compuesta para el Santísimo Cristo de la
Misericordia de la Hermandad de los Ángeles.
Otra vez suena el llamador, es la hora
de partir hacia el centro. Los costaleros se colocan para llevar
sobre sus cuellos a su Padre. Suena “A tu Misericordia, Señor”.
Y el Santísimo Cristo de la Misericordia acompañado de Optio
desponjándolo de sus vestiduras y Simón de Cirene sale a la calle
Diamante, despacito, que como dice su capataz, el barrio no tiene
prisa; mientras una lluvia de pétalos bañaba el Misterio. Tras
revirar en dirección a la calle Turquesa María Canet espera para
dedicar una saeta al Santísimo Cristo de la Misericordia. Tras la
sentida voz de la cantaora, el cortejo procesional continúa, aún no
ha terminado la salida, todavía la Reina de los Ángeles continúa
esperando a sus hermanos y mantillas que la acompañaran en su dolor.
Una vez la presidencia del Paso de
Palio se encuentra en la puerta de la Casa de Hermandad, el capataz
de la cuadrilla de María Santísima de los Ángeles, Francisco José
Becerra, llama a sus costaleros que ya están colocados en sus
respectivos palos. Tras unas emotivas palabras llama al cielo y los
costaleros levantan a su Madre acercándola al dintel de la puerta.
La levantá que corresponde a la salida
de María Santísima de la Casa de Hermandad la realiza Francisco
Salas, primer capataz de la Virgen de los Ángeles. Suena “Señora
de los Ángeles” y la Madre del barrio sale para recibir el cariño
de todos sus hijos. Todos los presentes la observan, preciosa,
vestida por Juan Rosales con salla de salida color marfil bordado en
oro, fajín de listas azules y celestes, manto celeste, rostrillo de
encaje celeste y blanco y toca bordada en oro; en un palio adornado
de jacintos, fresias y azahar; realizado también por Victor
González. A la salida, una lluvia de pétalos adornaba el cielo y la
calle Diamante.
Tras revirar en dirección a la calle
Turquesa de nuevo, como ya es tradición María Canet reza una saeta
a su Madre, María Santísima de los Ángeles, que hace las delicias
de los presentes.
La Estación de Penitencia recorre las
calles del barrio parando en la puerta de la Parroquia de Santa María
de los Ángeles, lugar que acoge a nuestros Titulares durante todo el
año. Recorrido el barrio de los Ángeles, el cortejo procesional
continúa por calle Granada, Puerta de Purchena llegando a la Iglesia
de Santiago, donde una representación de la Hermandad de la
Soledad espera impaciente para ofrecerle un ramo de flores a nuestros
Titulares.
Rozaban las 19 horas cuando la Cruz de
Guía se adentraba en el corazón de nuestra ciudad por calle las
Tiendas, una de las calles con mayor dificultad para pasar con
nuestros pasos; en dirección a la Catedral. La Estación de
Penitencia recorría la calle Eduardo Pérez, Real, Gravina ,
entrando en General Tamayo cuando María Santísima de los Ángeles
salía de la Plaza de la Catedral. A las 20.45 la Secretaria,
Cristina García, y el Diputado Mayor, Pedro Martínez; pedían la
venia mientras el Santísimo Cristo de la Misericordia se presentaba
ante la Patrona de la Ciudad, La Virgen del Mar; para continuar su
recorrido y entrar en Carrera Oficial.
Alrededor de las 22.00 María Santísima
de los Ángeles salía del Paseo de Almería en dirección a San
Sebastián, donde una amplia representación de las hermandades del Amor y
Virgen del Carmen, Reina de las Huertas los esperaban.
Quizá uno de los momentos más
esperados y emotivos para los almerienses el Domingo de Ramos, sea el
encuentro entre Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María
Santísima de los Ángeles. Rondando la medianoche, en la calle De
Acosta esperaba una representación de la Hermandad de la Macarena
para dar una sorpresa tanto a la Hermandad de los Ángeles como a
todos los presentes. Por primera vez, y con motivo de la primera
salida del Santísimo Cristo de la Misericordia, fue María Santísima
de la Esperanza Macarena quien salió a recibir a su Hijo. Tras el
saludo entre ambas hermandades y la ofrenda floral al Santísimo
Cristo de la Misericordia y María Santísima de los Ángeles; la
Cruz de Guía continuaba su camino para adentrarse, de nuevo, en el
barrio de los Ángeles. Donde le esperaba a María Santísima de los
Ángeles, una petalada al principio de la calle Lopán.
El barrio, que no ha dejado en ningún
momento a los Titulares de su Hermandad, comienzan a buscar su lugar
para poder contemplar al Santísimo Cristo de la Misericordia y a
María Santísima en los últimos momentos de recorrido. Pasadas la
1.15 de la madrugada, se escuchaba desde la Casa de Hermandad, a la
A.V. Virgen del Carmen, que acompañaba al Paso de Misterio, faltaba
muy poquito para que el Santísimo Cristo de la Misericordia llegara
a casa. Todo su barrio lo estaba esperando, no quería perder la
ocasión de despedirse de él por un año. A las 2.10, era María
Santísima de los Ángeles la que llegaba a la Casa de Hermandad,
junto a su Hijo, tras la emotiva despedida de su barrio, en la que le
cantaron el Himno a la Virgen de los Ángeles.
Desde la Hermandad de los Ángeles,
queremos agradecer a todos los hermanos, hermandades y almerienses
que nos han ayudado a hacer este sueño realidad.